El término hemiparesia se forma de dos raíces griegas: hemi que significa mitad y paresia que significa parálisis ligera o parcial. En relación a la hemiparesia infantil, podemos definirla como: una parálisis parcial de la mitad del cuerpo del niño, en la mayoría de los casos, se hace evidente en la función motriz del brazo y pierna contralateral a la lesión del encéfalo. Esto quiere decir, que si el daño se localiza en el hemisferio derecho, la dificultad de movimiento se observa en el lado corporal izquierdo y viceversa.
En la hemiparesia, existe una lesión cerebral que afecta la conducción de los impulsos nerviosos. Por lo general, resulta de un bloqueo en las arterias que irrigan sangre al cerebro. Al faltar sangre en alguna zona del encéfalo, hay ausencia de oxígeno, y esto puede provocar la muerte neuronal en una región determinada. A esto se le conoce como infarto cerebral.
Hablando de bebes, la causa puede tener que ver, además, con un desarrollo embrionario defectuoso, o con una lesión del cerebro ocurrida antes durante o después del nacimiento.
Otras causas pueden también incluir golpes en la cabeza o infecciones, como en el caso de la meningitis.
La extensión y gravedad de la parálisis, dependerá siempre de la extensión y de la localización de la zona cerebral comprometida.
Existen signos de alerta que nos pueden avisar, desde edades tempranas, la presencia de una hemiparesia infantil. Los padres refieren, en la mayoría de los casos: bebes que se mueven poco, la mano siempre o casi siempre cerrada, una de las piernas más pasiva que la otra, tendencia a girar la cabeza hacia un sólo lado.
La rehabilitación especializada en la atención del paciente neurológico, es la opción de tratamiento para estos niños.
Una adecuada estimulación puede lograr que el sistema nervioso, compense y sustituya las funciones perdidas por la lesión. Y aunque queden secuelas, un enfoque de tratamiento adaptado a las necesidades de cada niño, logra minimizarlas y le brinda al paciente la oportunidad de desarrollar su potencial de rehabilitación al máximo.
Existen diferentes enfoques terapéuticos que abordan esta condición. Entre los más conocidos estan:
La terapia de Neurodesarrollo (Bobath)
La terapia Psicomotriz
La terapia de Integración sensorial.
La terapia Vojta
La organizacón neurológica de Doman.
Mi consejo para saber elegir el método de intervención más adecuado, es el pleno conocimiento de lo que cada técnica ofrece; pero lo más importante, es entender cómo funciona nuestro sistema nervioso cuando esta sano, y de qué manera la estimulación trabaja en beneficio del mismo, sobre todo cuando se trata de compensar un daño neurológico existente.
De esto platicaré más adelante.